PEREGRINOS DE ESPERANZA, nuevo lema para el curso 2024/25
El lema de este curso escolar que comenzamos es “Peregrinos de la esperanza”, lema del año Jubilar que ha convocado el Papa. Este lema es una invitación a movernos, a ponernos juntos en camino para hallar esa esperanza que es el motor, no sólo de la vida de los cristianos, sino de toda la humanidad, siempre en busca de la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la acogida del otro y la fraternidad. La esperanza no es un falso optimismo, sino la convicción profunda de sentirnos amados por Dios y que, si nos dejamos guiar por el Espíritu, podemos hacer realidad, aquí y ahora, su Reino.
Como peregrinos vamos en busca de Dios, en quien hallamos la plenitud de vida. Un Dios que lo encontramos en el pobre y necesitado, en el descartado y marginado, en cada niño y joven, en el hermano, porque Él mismo quiso encarnarse en la debilidad de la naturaleza humana. Y juntos, abrazados a la cruz salvadora, vamos a su encuentro, para hacer realidad los deseos más profundos de Dios y de la humanidad.
Nosotros, escolapios, somos especialistas en mantener viva la llama de la esperanza, en mirar más allá y contemplar que en cada uno de nuestros alumnos se esconde la semilla de una nueva humanidad; somos especialistas en acompañar a cada uno de nuestros alumnos para enseñarles a mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras, para responder a la llamada que Dios nos hace a construir su Reino.
Mantengamos siempre viva la esperanza, porque no es la esperanza lo último que se pierde, sino lo primero que ha de buscarse y que debe encontrarse en nuestras vidas, en nuestros alumnos, en nuestra sociedad. Busquemos como peregrinos esa esperanza que haga que la humanidad pueda ver un cielo y una tierra nueva.