Descansa en Paz el hermano Vicente Reig
Con profunda tristeza, anunciamos el fallecimiento de Vicente Reig Furió de la Virgen del Monte Carmelo, conocido cariñosamente en las Escuelas Pías de Castellón como el hermano Vicente, que falleció en la Comunidad Sagrado Corazón, en Malvarrosa, Valencia, a la edad de 93 años.
Vicente dedicó 74 años de su vida al servicio religioso como escolapio. Entre los años 1995 y 2015 formó parte de la Comunidad Escolapia San Juan Bautista en nuestro colegio. Su compromiso con la enseñanza y la catequesis dejó una huella imborrable en nuestra comunidad educativa y religiosa, a la que dedicó veinte años de su vida.
Durante estas dos décadas, se dedicó con devoción a la catequesis de la primera comunión de los niños de nuestro colegio, transmitiendo valores y conocimientos espirituales a generaciones de niños. Su compromiso con la formación religiosa de los más jóvenes fue ejemplar, y su amor por los niños era evidente para todos los que lo conocían.
Además de su labor catequética, Vicente participó activamente en la vida comunitaria y educativa. Se destacó por su enseñanza de Historia Sagrada a los niños de infantil, donde su paciencia, cariño y capacidad para comunicarse con los más pequeños dejaron una marca indeleble.
Su alegría y entusiasmo eran contagiosos, siempre acompañados de una sonrisa y una disposición amable para brindar abrazos, achuchones y palabras de aliento, y también algún caño. Amante de los paseos por la ciudad y la playa y de los caramelos, encontraba alegría en los momentos simples de la vida y disfrutaba cada día con gratitud.
El hermano Vicente será recordado en nuestra comunidad por su sencillez y su amor desinteresado por los demás. Su pasión por el servicio religioso se manifestaba en cada celebración, en las que le recordamos acompañando al Padre Vicente Escuder, al Padre Santiago Navarrete o al Padre Juan Álvarez, con quienes concelebraba.
Con su partida, la comunidad pierde a un ser querido cuyo legado perdurará en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo. Recordaremos su bondad, su dedicación y su amor incondicional hacia los demás.
Que su alma descanse en paz, y que su ejemplo nos inspire a seguir sus pasos en el servicio a los demás, especialmente a los más pequeños, y en el amor por la vida.
Vicente dedicó 74 años de su vida al servicio religioso como escolapio. Entre los años 1995 y 2015 formó parte de la Comunidad Escolapia San Juan Bautista en nuestro colegio. Su compromiso con la enseñanza y la catequesis dejó una huella imborrable en nuestra comunidad educativa y religiosa, a la que dedicó veinte años de su vida.
Durante estas dos décadas, se dedicó con devoción a la catequesis de la primera comunión de los niños de nuestro colegio, transmitiendo valores y conocimientos espirituales a generaciones de niños. Su compromiso con la formación religiosa de los más jóvenes fue ejemplar, y su amor por los niños era evidente para todos los que lo conocían.
Además de su labor catequética, Vicente participó activamente en la vida comunitaria y educativa. Se destacó por su enseñanza de Historia Sagrada a los niños de infantil, donde su paciencia, cariño y capacidad para comunicarse con los más pequeños dejaron una marca indeleble.
Su alegría y entusiasmo eran contagiosos, siempre acompañados de una sonrisa y una disposición amable para brindar abrazos, achuchones y palabras de aliento, y también algún caño. Amante de los paseos por la ciudad y la playa y de los caramelos, encontraba alegría en los momentos simples de la vida y disfrutaba cada día con gratitud.
El hermano Vicente será recordado en nuestra comunidad por su sencillez y su amor desinteresado por los demás. Su pasión por el servicio religioso se manifestaba en cada celebración, en las que le recordamos acompañando al Padre Vicente Escuder, al Padre Santiago Navarrete o al Padre Juan Álvarez, con quienes concelebraba.
Con su partida, la comunidad pierde a un ser querido cuyo legado perdurará en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo. Recordaremos su bondad, su dedicación y su amor incondicional hacia los demás.
Que su alma descanse en paz, y que su ejemplo nos inspire a seguir sus pasos en el servicio a los demás, especialmente a los más pequeños, y en el amor por la vida.